La sesión especial pedida por la oposición para debatir un freno a los aumentos de tarifas de los servicios públicos quedó trunca luego de que no lograran reunir el quórum necesario, de 129 diputados, por quedarse a solo un legislador de poder comenzar el debate. El levantamiento del debate estuvo cargado de polémica con un curioso ida y vuelta del salteño Alfredo Olmedo, quien dijo estar de acuerdo con el proyecto pero pidió suspender la reunión porque ya se había cumplido el tiempo reglamentario.
A las 11:52 el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, advirtió que esperaría “8 minutos más” antes de levantar la sesión. Para ese momento había sentados 128 legisladores, solo uno menos de los que se necesitan para dar inicio a las deliberaciones. En ese momento tomó la palabra Olmedo, inconfundible dentro del Palacio con su estridente campera amarilla. “Una vez más la política fracasa en nuestro país. Estoy de acuerdo con el esfuerzo que se hizo. Yo estoy desde las 11, pero lamentablemente falta uno para sesionar”, afirmó el salteño tras lo cual agregó: “No hay quórum, por favor levante la sesión”.
“Vino un diputado del oficialismo y prácticamente lo levantó a Olmedo de su banca. Acá hubo una maniobra absolutamente oscura. Esto es peor que el diputrucho”, bramó la massista Graciela Camaño.
Olmedo se retiró del recinto mientras la oposición intentaba rescatar la sesión, algo que finalmente no logró. Luego volvió y recibí gritos de los bloques que se quedaron debatiendo en minoría. “Corrupto”, “coimero”, fueron algunas de las frases que se escucharon.
“Yo no tengo negociaciones con nadie”, se defendió Olmedo en declaraciones al canal C5N y negó que se haya levantado de su banca por pedido de un diputado del oficialismo. “Cuando yo sea presidente de la Nación los horarios se van a respetar”, remató.