Viven en Santo Tomé. Juan Carlos Álvarez fue condenado a cinco años de prisión; Paola Alejandra Álvarez a cuatro años y Rocío Florencia Álvarez a tres años de prisión efectiva. Los fiscales que investigaron el caso fueron Omar De Pedro y María Lucila Nuzzo.
Tres personas domiciliadas en la ciudad de Santo Tomé fueron condenadas por reiteradas estafas que cometieron con tarjetas de crédito y de débito clonadas. Los delitos fueron cometidos en el marco de una asociación ilícita que habían formado, en la que también hay involucradas otras personas –con distintos roles– que continúan siendo investigadas.
Juan Carlos Álvarez de 63 años fue condenado a cinco años de prisión efectiva como coautor penalmente responsable de los delitos de defraudación por uso de tarjetas de crédito o débito falsificada/adulterada en forma reiterada, en concurso real con el delito de asociación ilícita como organizador.
También fueron condenadas dos hijas de Álvarez: Paola Alejandra de 39 años y Rocío Florencia de 24 años. A la mayor de las dos mujeres, se le impuso una pena de cuatro años de prisión efectiva por los mismos delitos que a su padre, pero en calidad de integrante de la asociación ilícita. En tanto, la menor de las hermanas, fue condenada a tres años de prisión efectiva, también como integrante de la asociación ilícita.
La investigación estuvo a cargo de los fiscales Omar De Pedro y María Lucila Nuzzo. Por su parte, la condena fue impuesta por el juez Eduardo Pocoví, en el marco de un juicio en el que se abreviaron los procedimientos.