“¡Hoy soy un presidente con experiencia!”, clamó frente a cientos de seguidores después de que un líder espiritual aborigen lo bendijera.
Con un ritual chamánico, que incluyó rezos y bendiciones, el presidente venezolano Nicolás Maduro inició este lunes sus actos de campaña para las elecciones del 20 de mayo, prometiendo sacar adelante la economía de Venezuela.
Usando un penacho de plumas negras, marrones y blancas sobre su cabeza, un “chamán” -sabio y líder religioso indígena- pronunció oraciones con su mano derecha puesta sobre la cabeza de Maduro y luego roció con “agua bendita” al gobernante y a su esposa. Mientras niños indígenas cantaban y bailaban en círculos a su alrededor, Maduro bebió el agua, proveniente del Parque Nacional Canaima.
Frente a una enorme cascada en La Llovizna, un emblemático parque de la ciudad de Puerto Ordaz, el chamán ofreció al presidente su bendición para “estar en paz con el señor Dios y con el nombre de Chávez”, su antecesor y padrino político, fallecido en 2013. “Gracias por darme toda esta fuerza”, dijo Maduro tras la ceremonia.
Un par de horas después, el mandatario encabezó en San Félix, zona popular a las afueras de Puerto Ordaz, su primer acto de campaña formal de cara a los comicios, que la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) decidió boicotear alegando falta de garantías. “Hace cinco años, yo era un novato herido”, dijo, refiriéndose a la muerte de Chávez, tras la cual fue elegido. “¡Hoy soy un presidente con experiencia!”, clamó frente a cientos de seguidores.
Maduro prometió “una revolución económica” en Venezuela, agobiada por la hiperinflación -estimada en 13.800% por el FMI para 2018- la escasez de alimentos, medicinas y productos básicos. Sin embargo, las elecciones no son reconocidas por Estados Unidos, la Unión Europea y varios países latinoamericanos, que respaldan la denuncia opositora sobre falta de condiciones y una deriva autoritaria del chavismo.