El líder norcoreano, Kim Jong-un , y el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in , hablaron hoy “de desnuclearización y de paz permanente”, según Seúl, en una cumbre histórica tras un apretón de manos simbólico en la línea de demarcación militar que divide la península.
De acuerdo a las primeras declaraciones tras el encuentro, ambos países advirtieron que este año pondrán fin a la guerra que comenzó en 1950 y que duró tres años, hasta que se firmó el armisticio pero no la paz.
“Los dos dirigentes mantuvieron un diálogo sincero y franco sobre la desnuclearización y el establecimiento de una paz permanente en la península coreana y el desarrollo de las relaciones intercoreanas”, anunció el portavoz de la presidencia surcoreana, Yoon Young-chan.
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Antes, Kim había dicho sentirse “embargado por la emoción” al cruzar la línea de cemento y convertirse en el primer dirigente norcoreano en pisar territorio surcoreano desde la guerra. Por su parte, Moon había declarado que espera concluir “un acuerdo audaz para obsequiar un gran regalo al pueblo coreano en su conjunto y a la gente que quiera la paz”.
Un momento histórico
Ambos mandatarios caminaron de la mano del lado norcoreano de la frontera antes de recorrer a pie la distancia hasta la Casa de la Paz, en Panmunjom, donde se firmó 65 años atrás el armisticio.
“Vine aquí determinado a enviar una señal de partida al cruzar el umbral del inicio de una nueva historia”, dijo Kim, líder de un país acusado de violación de los derechos humanos.
Este encuentro ilustra la espectacular distensión en la península desde que Kim sorprendió al mundo anunciando el 1 de enero que su país participaría en los Juegos Olímpicos de invierno en el Sur.
Árbol de la paz
Kim Jong-un y Moon Jae-in participaron en una simbólica ceremonia al plantar y regar un pino (considerado una suerte de árbol nacional en los dos países) y desvelaron una placa conmemorativa en la que se grabaron las firmas de los dos mandatarios y en la que se lee: “Estamos plantando paz y prosperidad”.
“Espero que como este árbol, nuestra relación se mantenga siempre verde, incluso en invierno”, dijo el líder de Pyongyang.
El pino germinó en 1953, año en el que se firmó el alto el fuego entre los dos países, las palas empleadas se hicieron con madera de un árbol típico del Norte y con acero sureño y la tierra para abonar el árbol procede de los volcanes Halla y Paektu, los picos más altos y venerados a cada lado de la frontera.
El árbol fue plantado además junto a un camino que en su día utilizó el fundador del grupo Hyundai, Chung Ju-yong (norcoreano de nacimiento), para visitar hace veinte años su pueblo natal y donar mil reses a Corea del Norte cuando el país trataba de superar la durísima hambruna de los noventa.
Tras la ceremonia, ambos líderes dieron un corto paseo por un puente peatonal que hay en la frontera entre ambos países y se sentaron a charlar durante varios minutos en un ambiente muy íntimo.
En ese contexto, también hablaron sobre reanudar proyectos humanitarios conjuntos, como las reuniones entre familias divididas como consecuencia de la guerra, y sostener un diálogo fluido, por lo que se espera que en los próximos meses Moon sea el que viaje al Norte.