Los empleados de la tradicional enoteca rosarina Rey de Copas se llevaron una desagradable sorpresa cuando se presentaron a cumplir con sus horarios y se encontraron con la puerta del local de Rioja al 1600 cerrada y un cartel que decía “Cerrado por reformas”.
Ante esta situación, los empleados intentaron ponerse en contacto con el dueño de la firma, pero sólo encontraron respuesta de una persona que aludió ser parte del área contable del comercio y los convocó a conversar el próximo miércoles.
Vecinos del lugar le contaron que durante el sábado por la tarde, hubo una intensa tarea de vaciamiento del local. En la tarde del sábado fueron sacados gran parte del mobiliario y las heladeras, además de la mercadería para la venta.
Esta llamativa situación derivó en que el sindicato de Empleados de Comercio de Rosario solicitara un pedido de audiencia al Ministerio de Trabajo de la provincia.
“Los empleados ya no tienen confianza en su empleador. Por eso la situación se va seguir en instancia del Ministerio de Trabajo”, aseguró Juan Gómez, secretario del gremio.