Río Segundo. Lourdes se acomoda el vestido varias veces antes de ingresar al salón de fiestas. Toma la mano de su madre y avanza hacia la puerta. Adentro suena una de sus canciones favoritas. Cree que está allí por un concurso, pero en realidad se trata de su fiesta de cumpleaños.
Aunque Lourdes acaba de cumplir 14, su familia, alentada por una vecina, decidió celebrarlos como si fueran los 15. Es que la joven tiene una enfermedad que le genera pérdida de visión y quisieron asegurarse de que pudiera verlo todo.
La adolescente hace una pausa frente a la puerta del salón. Mueve los brazos, como aleteando, y entra. Unas 200 personas celebran su ingreso. Con las dos manos se tapa la cara, mientras los invitados se acercan para abrazarla y le cantan el cumpleaños.