La estadía de un perro en un hogar está rodeada de alegría y diversión porque son animales que siempre están predispuestos a eso. Sin embargo, algunas razas pueden llegar a ser propensas a tener problemas de cadera debido a su gran tamaño. Es importante actuar a tiempo.
Si bien todas las razas deben tener revisiones asiduas de su salud y sus caderas, existen algunas a las que se les debe prestar mayor atención. La buena noticia es que son tratamientos comunes y con el avance de la tecnología y la salud, con un buen plan a tiempo, los dolores de pelvis se convierten en algo pasajero rápidamente.
Martina Menéndez, veterinaria especialista de perros, relata que “el Dogo Argentino, San Bernardo, Pastor Alemán, Rottweiler y Dogo de Burdeos son razas muy grandotas que pueden ser más propensas a tener problemas de caderas. Esto se debe a que al ser de un tamaño mayor a los habituales, deben realizar más trabajo de fuerza con sus articulaciones por lo que puede traer consigo un mayor desgaste de esa zona”.
Luego, agrega: “Es muy común ver problemas del estilo de la displasia la cual es una anomalía en los huesos de la cintura y el fémur debido a malos movimientos o incluso desgaste natural del paso del tiempo. Si bien existen síntomas puntuales que pueden ayudar al dueño a determinar cuando algo raro puede estar sucediendo, lo mejor es que se visite asiduamente al veterinario que ayudará a prevenir cualquier situación”.
Los primeros síntomas se ven en el caminar: “Al ser algo que afecta a la cabeza del fémur y que hace que no encaje bien en la cavidad de la cadera, va teniendo como efecto principal que el animal camina más despacio y con cierta renguera. Es habitual que se puedan distinguir algunos gestos de dolor ya que al ser perros grandes, la fuerza que deben hacer para deslizarse es mayor por lo que el dolor también puede serlo”.
Algunos cambios en la postura o estado de ánimo también deben ser revisados: “Si pasa más tiempo que el habitual acostado o en su cama y si mantiene juntas las patas de atrás cuando está de pie es porque algo raro también puede estar sucediendo. Mi recomendación es que aquellos que cuenten con razas de perros grandes en sus hogares visiten al veterinario cada dos o tres meses de manera de control para poder anticiparse a cualquier cosa. No son problemas que no tengan solución, sólo que es muy importante poder atacarlos a tiempo”