Cuando la mujer pudo liberarse, el hombre intentó atropellar a los policías y volcó. Quedó detenido.
Villa Atuel, un tranquilo distrito de San Rafael (sur de Mendoza), vivió el lunes una tarde de furia que por poco no terminó en tragedia. En esa localidad de casi 6.000 habitantes un joven de 26 años discutió y agredió a su pareja. Pero el drama fue mayor porque luego la embistió con su auto y durante varias cuadras la mujer tuvo que ir tomada como podía del capot del Ford Fiesta que conducía el agresor, de apellido Galván.
Cerca de las 14, un llamado a la Policía alertó sobre la extraña y violenta situación. A bordo de su vehículo Galván transitó desde una casa ubicada en calle Godoy Cruz hasta la calle Balbino Arizu, pasando incluso frente a una escuela, mientras la mujer se esforzaba para no caerse del capot.
Cuando los efectivos llegaron al lugar encontraron a la víctima, llamada Gladys, quien se había podido desprender del vehículo. La mujer, que estaba golpeada pero no había sufrido heridas graves, les comentó que la pelea comenzó porque había descubierto una infidelidad de parte de él.
Los agentes continuaron con la búsqueda de Galván que, según trascendió, tenía intenciones de escaparse a Trelew (Chubut). El primer lugar donde fueron a buscarlo fue a la misma vivienda donde comenzó la historia.
Sin embargo, algunos metros antes de llegar vieron como de frente venía a toda velocidad el Ford Fiesta. Galván no estaba dispuesto a entregarse y encaró directamente con su vehículo contra el móvil policial.
“Fue necesario realizar una brusca maniobra para eludir al auto del agresor”, indicaron fuentes policiales. “Afortunadamente no tuvimos que lamentar policías lesionados ni daños materiales en el móvil”, agregaron en declaraciones al diario San Rafael.
El joven siguió acelerando ilusionado con fugarse, pero en la ruta 143 perdió el dominio de su auto y volcó. La Policía encontró rápidamente el vehículo destruido, pero Galván ya no estaba ahí: se había escapado a pie por una finca con plantaciones de olivos. Y ni siquiera la ayuda de perros rastreadores alcanzó para encontrarlo.
La investigación continuó y los efectivos que regresaron a la casa de la pareja se sorprendieron cuando una mujer, familiar de la víctima, les avisó que Galván estaba escondido en la vivienda, debajo de una cama. Allí lo encontraron y detuvieron. El joven fue trasladado a la comisaría de la zona, donde se lo procesó por violencia de género.