La nota, firmada por 56 arquitectos de Reconquista, expresa un “energico rechazo” a la aprobación del concejo y piden al intendente que vete la ordenanza que autoriza a la construcción.
El documento textual
Por medio de la presente, queremos expresar nuestro enérgico rechazo a una nueva ordenanza de excepción al Plan de Ordenamiento Urbano, aprobada con los votos a favor de los Concejales Sergio Gallo, Manuel Andrade, Natalia Caparelli, Emilio Adobato y Eduardo Paoletti, que habilita a construir hasta 20 pisos en el predio ubicado en la esquina de las calles Alvear y Gral. Obligado.
Esta decisión constituye a nuestro criterio, un grave daño al entorno inmediato del predio en cuestión y se convierte en un antecedente negativo, que habilita una altura inadecuada para ese tejido urbano. También atenta contra la práctica de la planificación, y el Plan como instrumento ordenador del desarrollo de la ciudad, que nuevamente ha sido desautorizado como tantas veces en estos últimos años.
Se debe advertir, que esta decisión se ha producido, pasando por encima tanto al Plan vigente, como su modificación y actualización, que se encuentra en desarrollo desde el año pasado, y que según se ha anticipado desde el Municipio, será presentada antes de fines de junio. También se ha relativizado una ordenanza sancionada a fin del año 2017 que establecía que durante seis meses no se debían otorgar nuevas excepciones.
Además de estos instrumentos, también se ha desconocido la única instancia formal de consulta que el propio Concejo se ha permitido, que fue la convocatoria a la Comisión de Participación Ciudadana, del 27 de abril donde colegios profesionales, vecinos de los barrios Almafuerte y Centro, ex alumnos de la escuela de Comercio, y público en general, han dado argumentos unánimes en contra de la excepción, no apareciendo argumentos a favor, como tampoco expresiones de ninguno de los Concejales presentes. Finalmente, se ha desconocido también el informe extendido por la Dirección de Planeamiento Urbano del Municipio.
Desafiando todos estos elementos y con llamativa celeridad, se ha votado en la dirección contraria, situación que preocupa enormemente porque se lo ha hecho sin disponer de proyecto técnico del edificio, ni de informes sobre el impacto ambiental y urbanístico que avalen el emprendimiento, o de factibilidades ciertas sobre la disponibilidad de servicios públicos, poniendo en evidencia mecanismos cuanto menos negligentes, para legislar sobre temas tan significativos para el futuro del desarrollo físico de la ciudad, y para el interés común.
Solo nos queda esperar que el Sr Intendente Municipal comprenda la magnitud de los riesgos que implican para la ciudad esta aprobación, y proceda a vetarla haciendo uso de sus facultades. De ese modo se podrá reparar un nuevo episodio de la cultura del todo vale en la ciudad, y fundamentalmente permitirá que el nuevo Plan de Ordenamiento Urbano no nazca herido y desautorizado.