Tras desconocer el resultado de las elecciones, la suspención de Venezuela impulsada por EE.UU. y el Grupo de Lima, fue aprobada por 19 países de los 34 que integran el ente continental; se abrió la puerta a la suspensión de Venezuela.
La Asamblea General de la Organización de Estados Americanos ( OEA ) aprobó esta noche una resolución impulsada por Estados Unidos y el Grupo de Lima que declaró ilegítima la reelección de Nicolás Maduro y llevó a Venezuela a anunciar su retiro del el único foro político que agrupa a todas las naciones del continente.
Tras dos días de maratón diplomática y un agotador andar por los laberintos burocráticos de la OEA, el plenario de la 48º asamblea aprobó por 19 votos a favor, cuatro en contra y 11 abstenciones una resolución de diez puntos patrocinada, originalmente por la Argentina, Brasil, Canadá , Chile , Estados Unidos , México y Perú , y a la que luego se firmaron como copatrocinadoras Paraguay, Guatemala y Costa Rica. La resolución, que abrió la puerta para la suspensión de Venezuela del organismo, fue rechazada de inmediato por el canciller de Maduro, Jorge Arreaza: “Venezuela se retira de esta organización y rechazamos las decisiones tomadas por esos 19 países”.
La aprobación del texto -seguida por un cerrado aplauso que inundó la Sala de las Américas de la OEA, donde estaban reunidos cancilleres, embajadores y representantes de 34 países del continente- le imprimió uno de los mayores reveses internacionales a la legitimidad de Maduro. La resolución fue respaldada por 19 países: a Estados Unidos y las naciones del Grupo de Lima se sumaron cuatro caribeños, Barbados, Bahamas, Jamaica y República Dominicana. Uruguay fue uno de los 11 países que se abstuvo, una lista que incluyó, sorpresivamente, a Nicaragua, un aliado de Maduro, y también envuelto en su propia crisis interna.
Los principales párrafos del texto declaran que los últimos comicios en Venezuela “carecen de legitimidad”, urge al régimen de Maduro a garantizar la división de poderes, las “garantías y libertades de la población” y “permitir el ingreso de ayuda humanitaria” para paliar la crisis en el país. Además, reafirma la declaración sobre la “ruptura del orden democrático” -aprobada el año anterior-, y la aplicación “en estricto apego” a la Carta Democrática, el mecanismo elegido por los países críticos de Maduro para abrir la puerta a la suspensión de Venezuela en la OEA.
Al final, Maduro contó con el respaldo explícito de sólo tres países: Bolivia, San Vicente y Dominica.
“Hoy [por anoche] es un momento en el cual todos los objetivos que nos habíamos trazado para esta Asamblea se han concretado”, dijo el secretario general de la OEA, Luis Almagro. “Estamos aplicando mecanismos que defienden la democracia y los derechos de la gente y de un pueblo que esta sufriendo mucho”, añadió, en referencia a la situación en Venezuela.
“El régimen venezolano no representa otra cosa que a un presidente que fue electo ilegítimamente. No tiene ningún derecho a decidir si se queda o se va”, dijo Almagro ante el anuncio de Maduro de retirarse del organismo.
“Esta resolución, a la que podemos llamar ‘resolución Pence’, es un fraude en forma y fondo”, denunció Arreaza, tras la votación, en referencia al vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, que la noche anterior había recibido a los países aliados en la Casa Blanca.
“El régimen de Maduro convirtió a una nación libre y próspera en una de las más pobres y despóticas de nuestro hemisferio. La otrora gran economía y gobierno venezolano ahora no es más que un estado fallido”, fustigó, antenoche, Pence, en una recepción para los dignatarios de la coalición de países que presiona por un cambio político en Venezuela, a la que concurrió el canciller argentino, Jorge Faurie, y la embajadora ante la OEA, Paula Bertol. Pence dijo que Venezuela había “repudiado” la promesa democrática plasmada en la carta interamericana y urgió a los países a “expulsar a la dictadura de Maduro” de la OEA.
Ya antes de la votación, el régimen de Maduro parecía atado de manos para impedir una declaración en contra. Arreaza había denunciado en el primer día de la asamblea una ofensiva golpista e intervencionista contra Venezuela, acusó a la OEA de ser un “cartel de cancilleres” y dijo que las acusaciones eran una “falta de respeto”.
El largo debate antes de la votación y las maniobras diplomáticas de Caracas y sus aliados habían dejado abierta la posibilidad -aunque remota- a que la aprobación de la resolución naufragara, tal como ocurrió el año anterior en Cancún.
Antes de abrir el debate sobre Venezuela, la asamblea aprobó por consenso una controvertida declaración sobre Nicaragua, consensuado entre Washington y el gobierno de Daniel Ortega, y que omite condena alguna sobre la represión a las manifestaciones pacíficas que ya ha dejado más de 100 muertos.
Cabello gana una demanda contra el nacional
Diosdado Cabello, uno de los hombres fuertes del chavismo, ganó una demanda contra el diario El Nacional, confirmó ayer el medio de comunicación, que consideró el dictamen como un ataque a la libertad de expresión. La Justicia venezolana aceptó “la demanda de daño moral interpuesta por Cabello contra el diario” y ordenó pagarle “la suma de 1000 millones de bolívares”, señaló el diario en su sitio web. El monto equivale a 12.500 dólares según la cotización oficial, pero a menos de 600 en las tasas del mercado negro (un dólar equivale a 1.790.500 bolívares). “El diario enfrentó diversos ataques y sanciones en los últimos años, que solo atentan contra la libertad de expresión”, agregó el texto. En 2015, Cabello, número dos del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), demandó a El Nacional por “difamación e injuria”, luego de la reproducción de un reporte del diario español ABC que lo vinculaba con el narcotráfico.