La concentración será en el Hospital Iturraspe, donde hubo una controversial negativa de aborto con dos muertes en 2007.
La discusión en la sociedad por la despenalización del aborto continúa y, ahora, se expande según las disposiciones que se contemplan dentro del proyecto. Es por eso que el viernes se hará una manifestación en las puertas del Hospital Iturraspe, en la ciudad de Santa Fe, en apoyo a toda el área de ginecología, cuyos profesionales son objetores de conciencia y se declararon en contra de la legislación que ya obtuvo media sanción en la Cámara de Diputados nacional.
Esta semana comenzó a circular por los números de WhatsApp una imagen que invita a sumarse a la manifestación el viernes, desde las 12, en el Hospital Iturraspe de la capital provincial. A pesar de que el reclamo se inclina hacia las organizaciones provida, ninguna de las que conforman ese sector se atribuyó la convocatoria.
Hasta el momento, todos los médicos del área de ginecología del hospital siguen siendo objetores de conciencia.
“Buscan, por un lado, mostrar que hay un 50 por ciento de la población que no está de acuerdo con ese voto (en la Cámara de Diputados); por el otro, apoyar a quienes pensamos distinto”, señaló el jefe del Servicio de Ginecología del Hospital Iturraspe, Samuel Seiref, al diario de la capital santafesina.
El mismo médico aseguró que el jueves pasado, tras conocerse la media sanción para la despenalización del aborto en la Cámara baja nacional, hubo manifestaciones en su contra durante una concentración que se realizó frente al hospital.
El lugar elegido para esa manifestación fue emblemático ya que allí ocurrió, en 2007, el caso de Ana María Acevedo, una joven de 20 años a la que le diagnosticaron un sarcoma en la mandíbula y, a su vez, se descubrió que estaba embarazada.
Para tratarse del sarcoma, solicitó la realización de un aborto terapéutico; pero el Comité de Bioética del hospital no hizo lugar a su pedido, obligándola a seguir con su embarazo mientras su salud empeoraba.
El 26 de abril de ese mismo año, le indujeron el parto con 25 semanas de gestación y nació una beba de 450 gramos que murió dos días después.
Ana María tampoco se salvó: murió el 17 de mayo, luego de estar internada en grave estado.
“La objeción de conciencia sigue siendo por ahora un derecho constitucional que mucha gente pretende que no se respete”, expresó Seiref.
De la manifestación también participarán médicos y enfermeras del hospital. No obstante, Seiref afirmó que no estará presente ya que la concentración coincide con un congreso en Buenos Aires.
Por ello, sectores “a favor de las dos vidas” de la ciudad de Santa Fe confirmaron que la manifestación se replicará el viernes, a partir de las 10.
Contradicciones
El doctor Seiref, además, se expidió sobre el proyecto que ya fue ingresado a dos comisiones de la Cámara de Senadores (ver aparte) y marcó que presenta “contradicciones”.
“A pesar de la objeción, se obligaría a todos los profesionales de la salud a realizarlo si la mujer lo quiere ¿Por qué tengo que actuar contra mis convicciones? Es como si a cualquiera lo obligaran a hacer algo que por formación, educación o historia de vida no quiere hacer. Con eso, nos discriminan a quienes pensamos distinto”, se quejó el doctor.
Además, fue más allá y le amplió al portal santafesino: “Se va a permitir el aborto hasta las 14 semanas. Y digo por qué no a las 12. Ahí, uno se plantearía si esto no tiene que ver con que la mayoría de los diagnósticos de enfermedades, como podría ser un síndrome de Down, se pueden hacer después de las 12 semanas y si esto no tendría un cierto tinte eugenésico”.
“También se contradice”, continuó Seiref, quien contempló: “Dice que si la mujer embarazada demostrara algún riesgo para su salud, el aborto estaría permitido en cualquier momento, y un ser humano sólo por el hecho de salir a la calle ya tiene riesgo”.
“Por un lado, dice 14 semanas y por el otro lado permitiría que se haga en cualquier momento y por cualquier razón que a uno se le ocurra”, concluyó.