Cumplió y con contundencia. No podía dejar dudas y se encargó de despejar cualquiera que pudiera haber. La Argentina fue al Palacio de Peñarol a recuperar el juego que había dejado en el camino en la ventana en Olavarría y resultó demoledor ante Uruguay. Se impuso por 102-58 y mostró una cantidad de recursos que potencia la idea de que el conjunto nacional cuando tiene a todos sus hombres potencia su condición competitiva. Se quedó con el Grupo A, consiguió un récord de 4 victorias y una derrota y ahora espera por la fecha de septiembre que dará inicio a la segunda etapa de la eliminatoria rumbo a China 2019.
Se sumará al Grupo E y arrancará esa instancia con el primer lugar junto con los Estados Unidos. Entre el 13 y el 16 de septiembre visitará a México y después recibirá a Puerto Rico, una doble jornada por demás exigente y sin las presencias de Facundo Campazzo, Luca Vildoza y Patricio Garino.
Pero lo que hoy concentra a la Argentina es que este domingo demostró lo que pretendía. Porque si algo tenía claro el conjunto nacional, más allá de su deseo de tomarse revancha por la caída en Olavarría, es que necesitaba enviarle un mensaje al resto de los equipos de eliminatoria. necesitaba decir algo en el juego. Salir a dominar el partido resultó determinante, pero también fue clave tener claro que ganar anoche le permitía acomodar el camino hacia China. Por eso el arranque resultó demoledor y ganó un primer cuarto que dominó por 33-14.
Los números del equipo de Sergio Hernández hablan de lo que produjo, con un 70% en tiros de campo, con 11 puntos de Scola y un gran tarea debajo de los tableros que le permitió dominar la pintura con un 14-5 en rebotes. Pero lo realmente alentador para este equipo, que tuvo algunos problemas en la generación de juego en la ventana anterior en Olavarría, es que pudo sentir que contar con Facundo Campazzo, Patricio Garino, Nicolás Brussino y Luca Vildoza, lo transforma en un conjunto más confiable, con una dinámica acorde a una competencia internacional y que le permite aplicar el libreto que más le gusta: defender duro y correr la cancha.
Es cierto que Uruguay no tuvo el peso de Esteban Batista y Eduardo Barrera cerca del aro y de Jayson Granger en la conducción, pero lo que ofreció la Argentina defendiendo duro sobre Bruno Fitipaldo, Luciano Parodi y Hatila Passos, resultó determinante para establecer diferencia de hasta 28 puntos (58-30).
La Argentina durante todo el primer tiempo mostró argumentos que permiten comprender que cuando tiene a su plantel casi completo (faltaron Deck y Redivo por lesiones) potencia la tarea de todos sus integrantes. La actuación de Luis Scola es el mejor ejemplo, ya que el capitán argentino no tuvo sus mejores juegos en Olavarría, pero ahora en Montevideo desplegó todo su repertorio para cerrar una primera parte con 20 puntos y 7 rebotes. Y eso se explica porque la pelota le llega con más facilidad debajo del aro cuando conducen Campazzo o Laprovittola o cuando toma el control Vildoza. De la misma manera que no se concentran tanto la defensa rival en él cuando desde el perímetro aparecen Brussino o Garino. Allí es donde la Argentina se muestra con recursos suficientes como para atacar con variantes y hacerle daño a cualquier defensa.
La producción defensiva del equipo de Sergio Hernández resultó también importante. En el tercer cuarto la Argentina tenía apenas 4 pérdidas, mientras que la dureza para negarle el juego a Uruguay le provocó 12 pérdidas al conjunto charrúa. No es una detalle menor imponer condiciones desde la defensa, desde allí puede construir mejores opciones ofensivas. Y de esa forma es que logró poner el partido, en el tercer cuarto, con 30 puntos de diferencia (74-44).
El resultado final mostró una tarea apabullante de la Argentina y con una enorme distancia sobre Uruguay. Los 29 puntos y los 11 rebotes de Luis Scola son apenas una muestra de lo que fue el equipo que también tuvo en doble dígito en puntos a Brussino (14), Laprovittola (12) y Garino y Delía (10). Y las 7 asistencias de Campazzo, cerraron una jornada ideal.
Claro, todo deberá replicarse, aunque con otra planificación, porque no estarán Campazzo, Vildoza y Garino para la ventana de septiembre. Ahora tendrá tiempo Hernández de resolver este dilema, por lo pronto, respondió: ganó el Grupo A y ahora la ruta rumbo a China 2019 tendrá que compartirla con rivales durísimos como Estados Unidos, Puerto Rico y México.