Doce niños y un adulto están desde hace 9 días en una cueva de Tailandia, cuyo acceso ha sido bloqueado por el barro acumulado a partir de una intensa inundación en la provincia de Chiang Rai.
Equipos de rescate procuran este lunes penetrar a través de una estrecha galería para acceder a la cavidad central de la caverna. Los desaparecidos componen un equipo de fútbol que estaba entrenando por la zona y que se refugió en ese lugar cuando se descolgó una intensa lluvia monzónica. Así comenzó el drama.
Narongsak Osotthanakorn, gobernador de Chiang Rai, indicó que los buzos han logrado alcanzar una confluencia de pasadizos, a menos de un kilómetro del lugar donde podrían estar los desaparecidos. “Al avanzar, las unidades han encontrado como obstáculo una pequeña cavidad que deben ampliar para lograr superarla”, dijo Narongsak en rueda de prensa.
Desde que el 23 de junio se diera la voz de alarma, unos 1.300 efectivos han participados en las tareas de búsqueda y rescate en la gruta del parque natural Tham Luang-Khun Nam Nang Non, en el norte de ese país asiático.
Las esperanzas se depositan en una isleta conocida como “la playa de Pattaya”, en la cavidad central de la cueva y a la que los equipos de rescate aún no han logrado acceder.
El principal impedimento son los numerosos estrechos pasadizos inundados a lo largo de la cueva, la cuarta más larga de Tailandia con unos 10 kilómetros de longitud y frecuentes cambios de nivel.
Los equipos han utilizando unas 20 bombas de extracción para reducir el nivel del agua en las partes más anegadas, unas tareas que se han visto dificultadas por el temporal de lluvia que azota la región y problemas mecánicos.
Según la versión oficial, los desaparecidos -doce menores de entre 11 y 16 años integrantes de un equipo de fútbol y su entrenador, de 26 años- se internaron el pasado sábado en las galerías tras un entrenamiento cuando una súbita tormenta comenzó a inundar la cavidad e impidió su salida.
Ante la dificultad del acceso subterráneo, las autoridades también rastrean la densa jungla de la montaña en busca de entradas alternativas a la gruta por la cual descender.
Bicicletas, calzado y otros enseres de los desaparecidos han sido encontrados en el interior de la cueva, donde también se hallaron en las profundidades pisadas y huellas de manos.