Nafta, prepagas, luz y gas seguirán haciendo que los bolsillos de los argentinos se vacíen más rápido.
El segundo semestre llega colmado de sorpresas indeseables para los consumidores de todo el país: en el marco de una inflación en ascenso -junio habría sido la más alta del año con una suba superior al 3%, según algunas estimaciones- el Gobierno y distintas empresas preparan una nueva ronda de aumentos en productos y servicios.
El primer cimbronazo del mes llegó el domingo, cuando YPF , la mayor petrolera del país, anunció una suba del 5% en las naftas y el gasoil, un alza superior al 3% que las petroleras habían acordado subir tanto en junio y julio y que eleva la suba acumulada en el año hasta el 18%.
Shell siguió sus pasos el lunes con un incremento del 9% en su nafta súper (representa el 65% del negocio local de la firma) y de entre 11% y 12% en la nafta y el diésel premium. Desde la compañía, a su vez, afirmaron que prevén otros incrementos en el futuro para cerrar la ecuación económica.
A finales de junio, el Gobierno autorizó a las empresas de medicina prepaga a implementar un aumento de hasta 7,5% en sus cuotas a partir del 1° de agosto. El Ministerio de Salud consideró que el aumento estaba ‘fundado en variaciones de la estructura de costos de las empresas‘.
Sumado a los anteriores ajustes del 7,5% en junio y del 4% en febrero, el segmento acumulará una suba del 19% en los primeros ocho meses del año.
Durante una entrevista televisiva, el nuevo ministro de Energía, Javier Iguacel , reveló que habrá una revisión de las tarifas de gas (sería inferior al 40% de abril) y luz. El funcionario dijo que ‘del transporte ya las tarifas están corregidas , o sea que no hay más aumentos salvo la corrección por inflación‘ y señaló que la mitad de las boletas no sufrirá aumento tarifario alguno.