En medio del fuerte malestar castrense por el magro incremento salarial otorgado a los militares, fuentes cercanas al ministro de Defensa, Oscar Aguad , confirmaron que el Gobierno decidió suspender por razones presupuestarias el desfile de 5600 efectivos que había programado para el lunes próximo en la ciudad de Buenos Aires, por el Día de la Independencia.
“La movilización de tropas, vehículos militares, aviones y helicópteros superaba los $10 millones y el Gobierno consideró conveniente evitar ese gasto, como parte del ahorro de recursos fijado para toda la administración nacional”, revelaron fuentes oficiales.
Se hará, en cambio, un desfile más austero, de unos 700 efectivos, en Tucumán, en el acto central del 9 de Julio, que encabezará el lunes el presidente Mauricio Macri , quien ordenó a Aguad encontrar una solución para el reclamo castrense.
En razón de la instrucción presidencial, Aguad y el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne , concentran sus energías en una revisión de los criterios de la resistida mejora salarial, que incluyó un 8% de aumento a los cuadros inferiores y una suma fija no remunerativa -de $2000 en julio y $4500 en agosto-a los oficiales superiores, a partir del grado de teniente coronel en el Ejército y sus equivalentes en las otras fuerzas.
Podrían definir, según trascendió, un aumento general del orden del 15 por ciento.
La revisión del aumento a los oficiales superiores, que según la resolución conjunta 2/2018, difundida el martes por Hacienda y Defensa, solo recibirían una suma fija y un blanqueo del 3% de sus haberes, implica una negociación entre Dujovne y Aguad por unos $500 millones, según pudo saber LA NACION. Macri sigue muy de cerca esa gestión,
“Fue un error técnico, que generó fuertes distorsiones, porque un mayor pasaría a cobrar en algunos casos más que un teniente coronel”, admitieron en el Ministerio de Defensa , al anticipar que habrá novedades en las próximas horas.
La urgencia del Gobierno es encontrar una fórmula más homogénea antes de la celebración que Macri encabezará en Tucumán. Fuentes castrenses deslizaron, incluso, que aún no se definió la fecha de la cena de camaradería de las Fuerzas Armadas, que habitualmente se realiza en torno del 9 de Julio.
“Dependerá de la agenda del Presidente”, se indicó en el Estado Mayor Conjunto, mientras otras fuentes militares atribuían la indefinición al malestar por la recomposición salarial.
Una de las principales quejas castrenses es la aplicación de sumas fijas que achatan la pirámide salarial de la estructura militar.
A pesar de que en el polémico aumento se relegó a la conducción militar superior, el ministro de Defensa dejó trascender entre sus colaboradores que mantiene su decisión de reducir progresivamente la brecha salarial que separa a los militares de los efectivos de las fuerzas de seguridad, que acaban de recibir un incremento del 15 por ciento. Un agente de la Policía Federal, por ejemplo, cobra casi el doble que un miembro de las Fuerzas Armadas.
Cerca del ministro Aguad se insistió en que la desjerarquización y el retraso salarial de los militares fue “una de las formas de estigmatización” que aplicó el gobierno kirchnerista, junto con las detenciones.
El argumento con el que intentan convencer al personal militar es que, cuando finalizó el gobierno anterior, el 40% de los sueldos correspondía a sumas en negro. “Con Macri se blanquearon unos tres puntos por año y hoy ese porcentaje es del 25%”, se explicó. Ese dato no compensa, sin embargo, el malestar que la última recomposición salarial generó en las fuerzas.
En ese delicado contexto se había programado para el lunes un desfile de 5600 efectivos por la Avenida del Libertador, desde Salguero hasta el Campo Argentino de Polo.
Iban a participar las escuelas de cadetes y aspirantes de las tres fuerzas, además de la caballería montada del Colegio Militar, comandos del Ejército, los regimientos de Infantería de Patricios y de Granaderos a Caballo, la Fanfarria Alto Perú y veteranos de guerra, entre otros.
Se optó, en cambio, por un desfile cívico-militar más acotado en Tucumán, con efectivos de las unidades de la V Brigada de Montaña, asentadas en esa provincia, Salta y Jujuy. Paralelamente, en Córdoba se realizará un parada militar de unos 2500 efectivos, con guarniciones locales, organizado y financiado por el gobierno de la provincia.