Es porque la directora del Fondo arribará el próximo viernes a la Argentina. También protestarán las agrupaciones sociales y la izquierda.
Con motivo de la llegada este viernes al país de la titular del FMI, Christine Lagarde, múltiples sectores se preparan para no darle exactamente una bienvenida fraternal: más bien todo lo contrario. El calendario lo arranca este jueves la CGT. En un primer momento se había pensado en armar un documento crítico y difundirlo, pero finalmente se optó por una conferencia de prensa en Azopardo, en la que los triunviros darán su punto de vista para luego abrir las preguntas al periodismo.
Callejeros, los movimientos sociales optaron por hacer, el viernes a las 18, un acto de presencia en la puerta del Banco Central para entregar de manera simbólica una carta que se dio a conocer esta semana y en la que adhieren múltiples personalidades de la política como Victoria Donda, Leonardo Grosso, Agustín Rossi y Axel Kicillof, por ejemplo; como así también dirigentes sindicales entre los que se cuenta a Héctor Daer, Juan Carlos Schmid, Pablo Moyano, Sergio Palazzo, Roberto Baradel y Hugo Yasky entre muchos. También curas, entre los que figura el padre Pepe Di Paola y Eduardo de la Serna, de Opción por los Pobres. Cierran referentes sociales como Esteban Castro y Juan Grabois, ambos de la CTEP, y Daniel Menéndez, de Barrios de Pie. También firmaron Adolfo Pérez Esquivel, Estela de Carlotto. Además, subieron la carta a change.org para viralizarla y sumar adherentes: van casi 10.000 firmas.
Con similar formato, la Izquierda se movilizará el sábado a las 11 al Centro de Exposiciones ya que allí tendrá lugar el encuentro de ministros de Finanzas y presidentes de bancos centrales de países miembro del G20. Claro está, Lagarde estará allí.
Más allá de la espontaneidad que puedan tener los jefes de la CGT en sus discursos -Héctor Daer, Juan Carlos Schmid y Carlos Acuña-, la línea de pensamiento estará dada por la crítica a “la receta de ajuste del fondo” y a “los lineamientos económicos del Gobierno por su incapacidad de controlar la inflación entre otras variables”.
De estrechos colabores de uno de los miembros del triunvirato, Clarín recogió este lineamiento discursivo: “Esa conferencia tiene como sentido darle una contundente muestra de rechazo a la Directora General del FMI que esta semana va a estar en la Argentina. Porque lo que pretende el FMI y quiere ejecutar este Gobierno es hacer un ajuste de 300.000 millones de pesos que es algo así como el doble del presupuesto educativo para todo el año del país. Por eso hacemos una conferencia de prensa: para rechazar cualquier tipo de acuerdo con el FMI que nos llevó a la tragedia del 2001, y que terminó con millones de pobres y muertos en la calle”.
“El propósito de esta comunicación es informarle que dicho acuerdo es rechazado por la mayoría de la sociedad argentina, la oposición política con representación parlamentaria mayoritaria y casi la totalidad de las organizaciones sociales y políticas del país. Es decir, a excepción del Gobierno, no hay quien apoye este acuerdo”, plantea en su inicio el documento. Después de un pormenorizado recuento de la deuda pública contraída desde que Cambiemos maneja la economía argentina “alertamos al Directorio (del FMI) sobre la explosiva situación social que vive la Argentina y que seguramente se agravará a medida que se apliquen las medidas pactadas” como parte del acuerdo con el Fondo.
Gildo Onorato, de la CTEP, comentó a Clarín: “La crisis de los mercados se irá calmando pero la de la gente recién empieza” en clara referencia al impacto que tendrá en los precios la devaluación y la recesión que se agudizará.
Fuente: Clarín