Funcionarios del Municipio y ediles de la ciudad se sentaron alrededor de una misma mesa para poner en común la información de un mensaje del Ejecutivo, donde se le pide al Concejo autorización para la expropiación de una fracción de terreno donde se creará un Vivero de Sitio y Centro de Interpretación de la Reserva Natural Urbana del Oeste. El área estaría ubicada detrás del Hipódromo, en Av. Circunvalación y Gorostiaga.
La iniciativa había sido presentada públicamente por el intendente José Corral el 24 de abril pasado. Lo que faltaba era afinar criterios y detalles sobre la obra, que demandaría —según los anexos del proyecto— $ 19.356.561,25 pesos, y se terminará el primer trimestre de 2019. El financiamiento provendría del Fondo Francés para el Medio Ambiente Mundial (FFEM).
El Municipio quiere que el Concejo le autorice la individualización y expropiación (por causa de utilidad pública) de una fracción de predio natural ubicado en el área antes referida (es lo que resta para viabilizar el proyecto). Allí estaría el futuro Paseo de la Reserva Natural Urbana del Oeste, donde se crearía un Vivero y el Centro de Interpretación y visitas (ver Mapa). Hoy es un área “virgen”.
Detalles técnicos
El predio es un polígono irregular de 1003,36 metros cuadrados de superficie. En una primera etapa, el Ejecutivo proyecta construir una plaza de acceso, un umbráculo (lugar para la siembra de plantas protegido de los rayos directos del sol); un invernáculo o invernadero (donde se permite el control de factores ambientales para favorecer el desarrollo de vegetales); un edificio de administración; sanitarios y un tanque de reserva.
Entre los objetivos que tendrán el vivero y el centro de visitas, el Municipio expresa “conservar un ambiente natural dentro del ejido urbano; disminuir el riesgo de inundaciones; generar espacios socio-productivos para la capacitación laboral, y fomentar una relación armónica entre el hombre y su entorno”, entre otros.
“El proyecto se viene trabajando desde hace varios años. Tras consolidarse los reservorios del oeste de la ciudad, se generaron con el tiempo lagos; y vimos que éstos empezaron a regenerar la flora y fauna autóctona propia del área del río Salado. Esto dio lugar a la idea de que esa zona se podía preservar y hacer una reserva natural con fines educativos, de divulgación y hasta de esparcimiento”, declaró a la prensa el concejal Carlos Pereira (UCR-Cambiemos).
Toda la intervención urbanística respondería a un modelo similar al de la Reserva Ecológica de la UNL (en la Costanera Este), comparó el edil oficialista. “En el predio habrá lugares de avistamiento, de descanso, y como área central el sector tendrá un vivero de plantas autóctonas. Para terminar de completar el trámite e impulsar la obra, hace falta (la autorización del Concejo para) expropiar estos terrenos, y por eso el mensaje del Ejecutivo”, explicó Pereira.