No hubo sorpresas en las decisiones de los representantes de la provincia. El ex intendente de Rafaela presentó un proyecto propio.
Ante la ley de aborto voluntario y legal, Omar Perotti hizo de la indecisión una presunta táctica política. Para posicionarse, tal vez para atraer la atención, se aferró al “ni”, apasionado, y lo llevó hasta el final. Hasta convertir su voto en abstención. Un voto atípico, porque se trató de una media sanción que llegó de Diputados, creada y aprobada por otro cuerpo.
Las abstenciones suelen tener lugar, excepcionalmente, cuando la norma tratada es originaria del cuerpo, casi nunca si llega en revisión.
Con todo, Perotti blandió hasta el final un proyecto propio que presentó en las últimas horas, cuando ya las cartas estaban echadas. No consiguió los votos para terciar ayer en el recinto, pero desde el oficialismo de Cambiemos —que rechazaron el proyecto— vieron con buenos ojos tomar, a futuro, la propuesta de Perotti. El propio senador Esteban Bullrich, de Cambiemos por la provincia de Buenos Aries, adelantó que en el proyecto de reforma del Código Penal que se avizora en el Congreso “podrían tomarse en cuenta alguna de las propuestas de Perotti”.
Se trata de un proyecto que el rafaelino presentó como “punto de encuentro entre verdes y celestes”. Pero lo cierto es que no habilita el aborto voluntario. El punto de encuentro que propone Perotti es mucho más celeste que verde. Flexibiliza las causales del aborto, dando formato de ley al fallo FAL de 2012. Al cabo, toma el “modelo Rosario”, pero mantiene las penalizaciones (aunque leves) y no habilita la decisión voluntaria de la gestante.
En la noche previa a la sesión, Perotti se había reunido en Buenos Aires con referentes peronistas de Santa Fe, del ala femenina, que trataron de convencerlo sobre la necesidad de votar de manera favorable. No lo consiguieron. “Cree que la indefinición lo deja bien parado, pero es un error, no pudimos convencerlo”, confió a LaCapital una de las chicas bravas que lo interpelaron. “Después de la abstención, me explotó el whatsApp con «a los tibios los vomita Dios» y frases por el estilo. Será muy complicado caminar Rosario con Perotti para una candidatura a gobernador”, agregó la fuente a este cronista, ayer, mientras seguía la sesión del Senado a pocos metros del Palacio.
Por su parte, María de los Angeles Sacnun, ante la mirada y escucha de Cristina Kirchner, fundamentó su voto a favor. El voto de la senadora de Firmat fue el único de los tres votos santafesinos que avaló la media sanción que llegó de Diputados con mayoría absoluta. Todas las encuestas coinciden, la provincia de Santa Fe se divide 60 a 40 por ciento con prevalencia de apoyo a la interrupción voluntaria del embarazo. Sin embargo anoche sólo el voto de Sacnun —33 por ciento de la representación— fue favorable. No hubo concordancia entre la voluntad de los ciudadanos y el voto de sus representantes.
Consensos transversales
“El movimiento de mujeres, en las calles, construye consensos transversales, la sonoridad, para una nueva forma de hacer política”, analizó Sacnun en su discurso en el recinto. “Cuando las mujeres abortan sólo sufren las mujeres pobres, que se llevan el nombre de la abortera hasta la tumba”, abundó Sacnun. “Como mujer peronista, digo que nuestro movimiento nunca avaló la doble moral. Antes del peronismo había hijos legítimos e ilegítimos. Todo eso fue superado”. Y luego remató, “la muerte por aborto clandestino es un femicidio por omisión del Estado”.
Carlos Reutemann, por su parte, fiel a su estilo, integró un pequeño lote de media docena de senadores que no hicieron uso de la palabra (hubo 64 oradores). A la hora de votar, dio su previsible negativo. En el caso de Lole, la influencia familiar —generacional—, no funcionó a favor de una posición hacia el color verde, como ocurrió en otros casos, que votan por influencia de hijos o incluso de nietos. Más bien lo contrario. Cora Reutemann, hija del ex corredor, se sumó activamente a la campaña del pañuelo celeste. Y así lo exhibe en sus redes sociales. Tal cual lo manifestó en su momento, Reutemann fue fiel a su educación confesional en el Colegio Inmaculada Concepción, de tradición jesuíta, en la ciudad de Santa Fe.