La nena santotomesina que necesitaba un corazón fue trasplantada este sábado, pero las complicaciones aparecieron y su situación se agravó en las últimas horas. El fallecimiento fue confirmado por su familia.
Pese a los esfuerzos de los médicos, esta mañana se conoció la triste noticia del fallecimiento de Julia, la nena santotomesina de 12 años que tuvo en vilo a Santa Fe desde que se conoció su historia de vida a raíz de la aprobación de la ley Justina, que dispone que todas las personas mayores de 18 años sean donantes de órganos o tejidos.
Con su corta edad, la niña había sido trasplantada del corazón por primera vez cuando tenía sólo 2 años, y, 10 años después de esa donación inicial, el órgano comenzó a fallar, razón por la que tuvo que volver a las listas de urgencia de INCUCAI para recibir un nuevo corazón.
Este sábado al mediodía, el órgano llegó y fue intervenida en la Fundación Favaloro. La operación se extendió hasta las primeras horas del domingo y no estuvo exenta de complicaciones. El cuerpo frágil de Julia que dio pelea durante todos estos años, apenas resistió una intervención tan compleja y aunque el nuevo corazón resistió, sus demás órganos empezaron a fallar.
Sólo restaba esperar, pero lamentablemente en las últimas horas el fallecimiento de Julia fue confirmado por su familia que la acompañó hasta el final.
El caso de Julia
Su mamá, Alejandra Fugas, había contado días atrás por LT10 que a partir del momento que recibió el diagnóstico su hija fue trasladada a Buenos Aires, donde debió aguardar un corazón. “Estuvimos 6 meses esperando, con ella en condiciones terribles”. Y no sería la última espera ni el último corazón.
Durante años, la nena tuvo una vida relativamente normal. Pero hace 18 meses, el corazón empezó a fallar y se hizo imprescindible un retrasplante, intervención que fue posible el sábado gracias a la aparición de un nuevo donante.
Cuando la Cámara de Diputados le dio sanción definitiva al proyecto de ley Justina, Alejandra pidió que “todos pensemos que podemos necesitar una donación, nadie está exento de pasar por esta situación. Hay que ser solidarios: ahora los transplantes son tratamientos para muchas patologías, y es lo que, gracias a la ciencia, permite seguir salvando vidas”.