Cada bebé es único, y su ritmo de sueño y vigilia también lo es.
Sin embargo, se puede hablar de una cierta progresión en la cantidad de horas que los bebés suelen dormir. La distribución de las horas de sueño entre la siesta y la noche también va variando con el crecimiento.
Partiendo de un recién nacido, que duerme casi todo el día, se llega a un niño de 12 meses que pasa la mayor parte del día despierto. ¿Cómo se da, por lo general, esta progresión?.
– El recién nacido duerme entre 16 y 20 horas por día y no distingue el día de la noche.
– Al mes, un bebé duerme un total de 16 horas, que reparte por igual entre el horario diurno y nocturno (no de corrido).
– A los seis meses, duerme un total de entre 12 y 14 horas, repartidas en 4 de siesta y 11 durante la noche (no de corrido, por lo general).
– A los 12 meses, duerme un total de 14 horas: 11 a la noche y 3 de siesta.
– A los 24 meses, duerme un total de 13 horas: 11 de noche y 2 durante el día.
Si bien se puede generalizar y hablar de cuántas horas duerme un bebé a medida que va creciendo, hay que tener en cuenta que cada caso es particular y que el hecho de no ajustarse a la tabla con exactitud no significa que exista una patología.
Lo que sí se da es una progresión que hace que duerman menos horas en total a medida que van creciendo –aunque incluso hasta la adolescencia los chicos tienen necesidad de dormir entre 9 y 10 horas- y que las siestas vayan disminuyendo en número y en duración hasta desaparecer, aunque no es “anormal” que un chico de 12 años mantenga la costumbre de una horita de siesta diaria, esto tiene que ver con los hábitos familiares y culturales.