El controvertido conductor, que supo escandalizar desde Playboy TV y Gran Hermano, ahora adoptó la religión como faro de su vida.
Varios son los artistas que, luego de guiar sus carreras a través de la controversia, terminan recayendo en la religión para “sanar sus heridas”.
En los últimos meses, y a raíz de la polémica surgida a raíz del tratamiento de las leyes para despenalizar el aborto, varios de ellos sacaron a relucir su costado religioso como fue el caso de Gisela Barreto.
Pero si de alguien no se esperaba esto era de Nino Dolce, el simpático cocinero hot que supo escandalizar desde la pantalla de Playboy TV; y aún más con su participación en el Gran Hermano Famosos.
“Entre de lleno al tema religioso en el 2015“, le contó Dolce al ciclo Confrontados (Canal 9) y aclaró que esto no ocurrió hace poco tiempo sino “durante un viaje espiritual a Perú en 2010”. “Me di cuenta que mis raíces estaban en el Judaísmo. Me exploto el ADN, dije ‘es acá'”, explicó el mediático, que supo espetarle a Valeria Degenaro en cámara que a ella le gustaba “más la p… que la cámara”.
“Lo que mas e costo sanar fue el ego, el tema de la exposición te pone en un lugar de picadora de carne que es muy difícil salir”, aclaró y dijo que a “las mujeres ahora las veo de otro lugar”.