Mauro Icardi y Lautaro Martínez están “tocados” y les hicieron estudios. Paulo Dybala llega este miércoles porque está en conflicto con su anterior representante.
Dos convocados que están entre algodones y uno que se retrasó por un problema judicial en Europa son las preocupaciones del director técnico interino Lionel Scaloni para empezar a definir el primer equipo de la Selección Argentina, tras el estrepitoso fracaso en el Mundial de Rusia.
Mauro Icardi y Lautaro Martínez son la sangre joven del nuevo ataque de la Selección. Lo demostraron en el Inter durante la pretemporada y por eso Scaloni no dudó en convocarlos para esta gira por Estados Unidos. Sin embargo, el capitán neroazzurro tiene una sobrecarga en el recto anterior de la pierna derecha que no le permitió jugar el domingo en la goleada de su equipo por 3-0 en su visita a Bologna.
Icardi estuvo en uno de los palcos junto a Javier Zanetti, vicepresidente del Inter. Mientras que Lautaro Martínez tampoco jugó: estuvo en el banco durante todo el partido por otra sobrecarga en la parte posterior de su pantorrilla . Ambos están “tocados” y fueron sometidos a algunos estudios por el médico Daniel Martínez, quien le realizó ecografías en el The LA Grand Hotel de Los Ángeles, donde se concentra el plantel albiceleste.
Todavía la AFA no informó qué tienen los dos delanteros ni tampoco si podrán jugar contra Guatemala (Icardi llegaría a este partido). Pero en el mientras tanto se entrenaron de manera diferenciada del resto de sus compañeros y trotaron alrededor de la cancha de Los Ángeles Galaxy.
El otro inconveniente surgió con Paulo Dybala. La Joya cordobesa de la Juventus pidió llegar este miércoles porque tiene que resolver un conflicto judicial entablado por su ex representante Pierpaolo Triulzi. “Pidió llegar el miércoles porque debía terminar unos asuntos personales el día 4”, confió una fuente del plantel.
¿Cuál es el inconveniente de Dybala? Resolver un problema contencioso con su viejo agente, un italiano que lo llevó de Palermo a la “Juve” y del que se desvinculó en septiembre del año pasado. Desde entonces, son sus hermanos Gustavo y Mariano Dybala quienes llevan adelante los intereses del jugador.
Paulo quiere que sea declarada la nulidad de su contrato con Triulzi. El caso llegó al Tribunal Arbitral del Deporte (TAS), en Lausanna, donde el jugador concurrió para brindar su testimonio. La decisión de los tres jueces del TAS se prevé recién para 2019.
El tema tiene contra las cuerdas al argentino. Según reveló el diario italiano “Corriere dello Sport”, el contrato que Triulzi puso sobre la mesa incluye la venta a diez años de los derechos de imagen de Dybala por algo más de 90 millones de euros. “Una operación considerada excepcional si no fuera porque la compañía que compró los derechos está encabezada por el propio… Pierpaolo Triulzi”, señaló el tradicional periódico italiano.
“El divorcio, mal digerido por Triulzi, ha puesto a Dybala en un estado de incumplimiento por varios millones de euros y la situación no es fácil de recomponer: Paulo ahora corre el riesgo de tener que pagar un daño muy pesado”, sentenció Il Corriere.
Mientras, siguen llegando jugadores: Kannemann, Tagliafico, Armani, Palacios, Pity Martínez, Meza, Bustos, Franco, Di Plácido, Paredes, Chiquito Romero, Gio Simeone y Pezzella ya están aquí. Se aguardan en estas horas al Mudo Vázquez, Lo Celso, Cervi, Acuña, Battaglia, Pavón, Vargas y Renzo Saravia, el último convocado. Todos se fueron a practicar al Centro de Entrenamiento de L.A. Galaxy Trainning, a 45 minutos del hotel, lugar al que volverán este martes a las 14.30 (hora argentina).
Antes, una curiosidad: Pezzella y Gio Simeone fueron los últimos en llegar, dejaron sus pertenencias en el hotel y se unieron al entrenamiento del plantel en un auto particular, ya que el micro con sus compañeros ya había partido sin esperarlos.