Para evitar robos, un supermercado de barrio coloca alarmas (como la de los comercios de ropa) y genera polémica entre consumidores y clientes.
Los precintos magnéticos se pueden encontrar en carnes y bebidas alcohólicas prémium exhibidas en un supermercado de General Paz al 5300.
Su titular, Enzo Pochettino, explicó que los hurtos constantes de mercadería “son pérdidas de dinero importante por los elevados precios”.
En el caso de las carnes, indicó que cuando realizaban “inventarios diarios siempre faltaban algunos cortes”.
“Hay cortes que son muy caros de carnes y hemos tenido muchos problemas”, agregó. Por esta razón es que implementaron un dispositivo específico: “Es una bolsa que no se puede romper y si pasa el producto sin ser desactivado por la puerta suena una alarma”, contó.
“No nos queda otra opción que poner este tipo de medidas de seguridad”, sentenció el titular del supermercado.