Un incremento de un gravamen al biodiesel haría que las empresas apliquen una nueva suba que incluirá solo al gasoil.
Un nuevo aumento en los combustibles podría golpear los bolsillos de los automovilistas en las próximas horas. Las compañías del sector esperan que el Gobierno oficialice esta semana una nueva actualización del impuesto al biodiesel, que se traduciría automáticamente en un incremento en el valor del gasoil.
Sería la segunda suba de septiembre, ya que en los primeros días del mes YPF y Shell, las dos principales firmas, remarcaron sus precios en las estaciones de servicio entre un 10 y 12 por ciento respectivamente. La mayor parte de ese aumento respondió al precio internacional del barril de petróleo crudo y al tipo de cambio, aunque otra porción estuvo explicada por la actualización de un impuesto interno al combustible.
Pero esta semana podría entrar en vigencia una suba en el impuesto al biodiesel, uno de los componentes del gasoil. Las empresas esperan saber si las refinadoras trasladarán ese incremento, lo que las obligaría a subir los precios de ese producto, que tiene precios más baratos que las naftas.
Desde una de las principales operadoras del mercado de combustibles afirmaron que en lo que va del año este impuesto a los biocombustibles ya aumentó un 70%. Tras la última actualización de precios, el gasoil quedó con un precio en la Capital Federal de $28,89 el litro para el caso de YPF, $30,53 para Shell y $29,38 para Axion.
La última suba del dólar, que tuvo lugar en los últimos días de agosto, puso presión a los precios de la economía, y los combustibles no se quedan afuera. De todas formas, desde una petrolera admitieron que “si tuviéramos que trasladar todo el aumento del dólar inmediatamente a los precios nadie podría pagar la nafta”.