El Rojo no pudo contra el equipo de Pablo Vicó y cayó desde los doce pasos tras empatar 1-1.
Atrapante y sorprendente. Así es la Copa Argentina. Le pasó a Racing en el primer semestre cuando se quedó afuera con un rival de dos categorías inferiores. Ahora, le tocó a Independiente, que anoche fue eliminado por Brown de Adrogué, del Nacional B, en los penales, que ya puede tener la etiqueta de bestia negra para el Rojo. El equipo de Holan sintió las ausencias de varios de sus jugadores de Selección y recibió un duro golpe en un momento inoportuno, a una semana del primer duelo con River por la Libertadores. El conjunto de Adrogué jugará contra Central Córdoba de Santiago del Estero en los octavos de final.
En la previa había algo claro: a diferencia de jerarquía. Por más que Brown sea uno de los punteros de la B Nacional y que sueñe un futuro de Superliga, las diferencias que existen son grandes entre Independiente, hoy entre los ocho mejores de América, y el equipo del entrañable bigotón Pablo Vicó.
Entonces, el que se sabe inferior diseña una estrategia para tratar de que esas diferencias se perciban lo menos posible en el campo de juego. Y eso fue lo que logró Brown en los primeros minutos. Con una presión alta, tratando de tapar la salida de Independiente y buscando hacerle incómodo el partido.
Cuando eso sucede, el equipo más poderoso necesita de una situación que rompa el molde, que quiebre los esquemas. Y sucedió. Figal, habitualmente central, convertido en lateral ante la ausencia de Fabricio Bustos, se animó a pasar a campo rival y sorprendió con un pase filtrado en diagonal para dejar solo a Gigliotti cara a cara con Martín Ríos, a quien no le quedó otra que hacerle falta. Claro penal. Silvio Romero lo cambió por gol para hacer gritar a los fanáticos rojos ubicados en la popular local de La Fortaleza, que ya palpitaba el duelo de Copa Libertadores de la próxima semana contra River.
Con la ventaja, Independiente empezó a manejar mejor la pelota aunque le costaba generar situaciones. Dependía bastante de que Martín Benítez escapara a las marcas. O de algún desborde de los Romero, Silvio y Braian.
Pudo aumentar cerca del final del primer tiempo cuando sus laterales saltaron vallas y llegaron al área rival. Figal remató, Ríos dio rebote y Silva no pudo conectar.
Mientras, el Rojo sufría cuando Brown tiraba un pelotazo al área u Olivares ponía alguna pelota, como la que le dio a Guille por arriba de Burdisso y apareció Campaña para salvar.
El flanco izquierdo de la defensa de Independiente era el más débil, sobre todo en el sector de Burdisso. Por ahí se filtró Guille, armando una gran jugada que terminó en penal por la falta de Brítez. Pero en el arco está Campaña. Y el uruguayo volvió a demostrar por qué es un gran arquero y por qué Independiente lo necesita tanto. Le sacó el remate a Olivares para que el Rojo se vaya 1-0 al descanso.
Había diferencias de velocidad sobre todo de tres cuartos hacia adelante en Independiente, cuando encaraban sus jugadores ofensivos con pelota dominada. Entonces, para equiparar fuerzas, Brown apeló a las faltas, por momentos, demasiadas.
Brown no se cayó. Y siguió haciendo un partido más que digno y por momentos de igual a igual. No tenía timidez. A pesar de que una carambola (la pelota dio en el travesaño con Ríos vencido) casi sentencia el partido. Y el que menos se ponía colorado era Guille, un 7 bravo que con desparpajo encaraba a los defensores del Rojo. Como cuando dejó mano a mano a Olivares, quien se tomó revancha para igualar el encuentro. La defensa del Rojo quedó expuesta en esa jugada al tomar mal las marcas y salir a destiempo tras un pelotazo de Ríos.
Le costó reaccionar a Independiente y Brown casi que no corrió riesgos. Le hizo la vida imposible al Rojo el conjunto de Adrogué. El mismo rival que le hizo sentir el oprobio en carne propia al club de Avellaneda hace cinco años en la B Nacional, lo puso jaque mate anoche en Lanús.